Hace poco tiempo vi Slumdog Millionaire o Quisiera Ser Millonario, que creo que era la traducción; sí, sé que es algo tarde, pero sucede que no me gusta el cine, es muy caro, hay mucha gente, está muy lejos, es incómodo y luego la calidad está peor que en una película pirata.
Por todas estas razones que me harán sonar mamón (tal vez lo sea un poquito), generalmente rento las películas y las veo en mi casa o con un proyector y un modesto sonidito surround improviso con mis amigos un cómodo cinito donde además de tener las palomitas que quieras, puedes echar tranquilamente la chela que quieras y hacer todos los comentarios estúpidos que se te antojen.
Slumdog Millionaire es una película que definitivamente recomiendo, por ser el tipo de historias con un protagonista que enfrenta enormes obstáculos y terribles injusticias llevadas a cabo por numerosos villanos; lo que impulsa al protagonista es la búsqueda de la chica que debe ser salvada. Puede sonar un estereotipo, pero vamos, ¿desde hace cuánto no tenemos una historia (bien llevada a cabo) que nos anime de esta forma?
El final, sin arruinar la historia a quien no la ha visto, es una de las maravillas modernas de la cinematografía: Coreografía Bollywood. Me parece genial cómo es que en el cine Indio de repente todo se torna surrealista y todos, todos, olvidan todo y se ponen a bailar, coordinados y con amplias sonrisas en sus rostros. Todo esto considerando que los escenarios de baile pueden ser escenarios normalmente usados para representar la pobreza del país; como barrios pobres, trenes antiquísimos o una estación de metro. Durante estas coreografías la gente se olvida de su entorno y sólo voltean hacia la cámara o hacia los demás; mientras, el espectador ve el cuadro completo y, aunque es difícil describir más precisamente el porqué, es una experiencia enormemente rica.
Me recuerda a la forma en que durante la película El Gran Pez, de Burton, el protagonista, que es un anciano, aparentemente engaña a la gente sobre los recuerdos de su vida distorsionándola con elementos fantásticos. Realmente lo que hace es platicar su vida como él ha construído sus recuerdos; como todos lo hacemos. Me explico; los hechos en la vida de una persona pasan de una forma concreta, definida, objetiva, pero la mente siempre escogerá algunos elementos de los hechos construyendo una interpretación subjetiva. En cierto sentido, todos construimos nuestros recuerdos y les damos el "color" que querramos, optimista, pesimista o como le quieran llamar.
Por eso me parecen fascinantes las películas que logran reproducir este proceso de la mente humana, algo complejísimo que logran expresar con sencillez. Si pudiera escoger un final para mi vida como el protagonista de el Gran Pez, sería un musical Bollywoodense; con musiquita sambezca de Sergio Mendez, vestuario sesentero como de película de Mauricio Garcés, e incluyendo en el reparto a los ZZ Top, Eddie Zombie, Jim Morrison y un Kafka dándole con todo al baile.
(Chale, ahora si estuvo demasiado fumado)
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